sábado, 22 de diciembre de 2012

La gula del desempleo

La gula del desempleo ( El Periódico de Aragón - 22/12/2012 )


El día comienza sin la prisa por tener que llegar a alguna parte. Te pones ritos de paso aunque sean artificiales, por separar unas cosas de otras y tener transiciones que compartimenten los momentos. Dejaste de comprar las cápsulas que se empeñó George Clooney que eran mejores y también mucho más caras. Ahora no las podrías pagar ni aunque fuera el propio George el que te las trajera cada día. Te sientas frente al ordenador y comienzas a buscar algo. Eso si todavía tienes ordenador y puedes pagar el ADSL. Si no, sales de tu casa para ir a una oficina de empleo a ver ofertas de trabajo, o a una biblioteca pública si todavía no las han cerrado.
La desposesión a la que nos somete el capitalismo también está ahí, en cerrarnos los lugares que nos pertenecen, en dejarnos sin espacios ciudadanos. En uno y otro lado, buscas ofertas, cumplimentas solicitudes, amoldas tu currículo. Si no tienes formación, te resulta difícil acceder a muchos empleos. Si tienes formación, puede ser demasiada. Con cinco millones de personas desempleadas, jugar a la oferta y demanda de empleo se convierte en un buscaminas con bombas debajo de tus pasos. Para intentar acabar con este problema social, el Gobierno reduce los presupuestos de las políticas activas de empleo, será que la solución pasa por inmolarnos. El Gobierno de Aragón, sensible a las circunstancias, hace un poder y en lugar de compensar este despropósito, aún lo hace más grave y reduce también sus presupuestos en este área. La forma de acabar con la pobreza es que los pobres muramos.
En el currículo no caben todas tus angustias. No caben todas las facturas por pagar, no cabe el sentimiento de culpa por haber sido despedida, no caben los llantos porque te echen de casa o por haber sido echada, no cabe la vergüenza en distintos grados, el pedir dinero, el estar en la fila de un comedor social, la mentira tranquilizadora a unos hijos sin material escolar.
No se puede expresar todo lo que escuece la vida con heridas. El no querer hacer el amor porque se te han ido hasta las ganas. El miedo a un futuro que se escribe siendo tú los huecos en blanco. El desasosiego de querer hacer sin fuerzas. El frío de una calefacción que no se usa. El temor de que el amor acabe huyendo de una casa en la que el vivir se esfuma.
Una de cada cuatro personas activas está en paro en España. La Ministra de Trabajo, Fátima Bañez, en lugar de acudir a cumbres de empleo en Europa, se queda en casa para asistir a un cóctel celebrando el día de la Constitución. Para qué pedir ayudas a la creación de empleo si lo que queremos es acabar con él, con el empleo, y que la gente se muera de inanición mientras nos engullen como ese canapé que saboreó la ministra. No se puede empatizar con lo que se desconoce, y la ministra jamás ha probado la angustia de estar en el lado donde la vida te pierde. Ella no es de ponerse en filas a no ser que sean romerías. La gula es un pecado capital, ministra, usted que es tanto de rezar, cuidado con lo de acumular desempleo, no sea que se atragante.

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