lunes, 25 de mayo de 2015

Lo malo que nos pasa

Lo malo que nos pasa ( El Periódico de Aragón - 09/05/2015 )

Puede que en estos momentos esté cayendo sobre nosotros la nave rusa que se acercaba sin control a la Tierra. Dejo escrito este artículo el jueves y se lee el sábado. Hay dos días de espacio temporal en el que coloco mis palabras como un chicle pegado debajo del pupitre sin saber si seguirán ahí cuando vaya a por ellas o habrán sido destruidas por los restos de titanio y acero inoxidable de un transbordador espacial. Qué imagen tan poética, la de unas palabras destruidas por la fuerza descontrolada de unos fragmentos cósmicos. "Lo malo que nos pasa es por salir de casa", dice Francisco Nixon en su último disco. Pero a veces lo malo se construye una casa y se queda a vivir en nuestros adentros. Cuando alguien me dice que la procesión se lleva por dentro me imagino que su cuerpo se ha tragado una procesión entera con sus mantillas, capirotes y su santo cargado sobre los hombros. Yo ahora, por ejemplo, tengo dentro una terraza en verano, una delegación de Hacienda, la fila de un supermercado en hora punta y la primera línea de playa en agosto. Todo esto serían versiones laicas de llevar en el interior una procesión.

En estos momentos tengo más espacio en el cuerpo, tanto que incluso me han cedido el asiento en el tranvía, así que también me cabe la sala de espera de las urgencias en un hospital público. Lo tengo todo en compartimentos, para que no se mezcle. Cuando se altera tu centro de equilibro, se te recoloca la vida en cada centímetro cuadrado de tu piel. Es tu particular cambio de armarios. Andas diferente porque lo que te mueve es distinto. La gravedad te sujeta los pasos aunque las piernas sientan más el peso. Y luego está lo grave, que imagino que será cuando el desequilibrio te altera tanto que ya no encuentras tu eje ni eres capaz de controlar tus movimientos. El Partido Aragonés ha hecho público el código ético de su candidatura al Ayuntamiento de Zaragoza en el que describen "los valores y principios que cumplen y se comprometen a cumplir en el ejercicio de la política" y que al mismo tiempo "son las razones por las que están en ella". Qué bonito, piensas, hasta que lo lees. Lo que para ellos es ético en el ejercicio de la política es emocionarse al escuchar una jota, ver Aragón Televisión y alegrarse por las victorias del deporte zaragozano. Si intentamos imaginarlo como chiste, no nos queda tan gracioso. La alergia primaveral está siendo mucho más intensa en esta primavera, será por las elecciones que nos alteran el cuerpo y las conversaciones. Estamos más agitados y torpes. Europa avala que las personas homosexuales no puedan donar sangre. Ahora también me he metido a Bruselas entre pecho y espalda y me está dando ardores. La idiotez nos asalta. Y la declaración de la renta también. Más inversión en ciencia y menos encuestas de intención de voto. Y nos esperan los debates. Sólo nos queda confiar en la que la nave rusa haya caído en algo de lo malo que nos pasa.

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